¿Qué es la hiperplasia benigna de próstata y cuál es el perfil de los afectados?
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es un agrandamiento benigno de la próstata que condiciona una obstrucción a la salida de la orina de la vejiga. Esto provoca un deterioro de la calidad de la función miccional de los varones: se produce un chorro flojo, dificultad para iniciar la micción, gran frecuencia urinaria, necesidad de orinar de noche y sensación de vaciado incompleto, lo que acaba redundando en una disminución de la calidad de vida. Si tenemos en cuenta que es muy frecuente, pues lo padece una gran proporción de la población, 50% de los varones de 50 años y el 80% de los de 80 años, nos encontramos ante uno de los problemas de salud más importantes para el varón adulto. Para el control de la salud prostática es necesario hacerse una revisión anual a partir de los 45 años. Cuando comienzan los primeros síntomas iniciamos terapia con medicamentos, pero cuando ésta falla o surgen complicaciones debemos recurrir a la cirugía.
Dentro de los tratamientos disponibles, ¿qué papel juega el láser de holmium?
La cirugía de HBP consiste en eliminar el tejido adenomatoso que ha ido creciendo a lo largo de la vida. Clásicamente cuando este tejido no es muy grande, menor a 60 gramos, se puede resecar a través de la uretra, se realiza lo que se denomina una resección transuretral de próstata. Cuando este tejido era mayor se tenía que recurrir a la cirugía abierta. Esta intervención tradicionalmente es la que consigue los mejores resultados funcionales, en términos de que es la que más desobstruye, pues se extirpa todo el tejido adenomatoso. El problema es que presenta una importante morbilidad: herida quirúrgica, sangrado abundante y requiere con frecuencia transfusión, ingreso de 4-5 días, sondaje vesical durante 10-15 días. Los láseres aterrizaron en la urología para intentar resecar la mayor cantidad de tejido posible a través de la uretra, así podríamos evitar cirugía abierta con toda su morbilidad asociada. El láser verde fue el que más se extendió porque es una técnica más fácil de aprender, pero la experiencia nos ha enseñado que como vaporiza tejido, deja tejido adenomatoso y esos pacientes pasado un tiempo pueden volver a requerir tratamiento. De manera adicional, este tipo de láser no permite el análisis histológico de la próstata para poder descartar un cáncer de próstata. El láser de holmium permite acceder a todo tipo de tamaño prostático siendo el más recomendado para próstatas con un volumen superior a 80 gramos siempre que el cirujano esté entrenado en la técnica.
¿En qué consiste la técnica?
La enucleación con láser de holmium mimetiza la cirugía abierta, es decir, es capaz de eliminar la totalidad del tejido hiperplásico que obstruye la uretra como se haría con los dedos, y no vaporiza el tejido mediante el efecto térmico de la energía láser, pero con la enorme ventaja de que se realiza a través de la uretra. Es la única técnica que puede comparar sus resultados funcionales con la cirugía abierta, pero con los beneficios de la cirugía mínimante invasiva: no hay herida, sangrado mínimo, es excepcional la transfusión, sonda vesical e ingreso en el hospital una media de 36 horas.
¿De qué forma los estudios científicos avalan su eficacia en relación a otras técnicas?
El láser de holmium se lleva empleando durante más de 20 años, nosotros mismos llevamos ya más de 10 años y un millar de intervenciones lo atestiguan. Las Guías de buena práctica clínica de la Asociación Europea de Urología las construyen expertos reconocidos en el tema y lo hacen revisando los artículos con base científica y la mejor medicina basada en la evidencia para cada tema. En ellas especifican que la enucleación con el láser de holmium sirve para todos los tamaños prostáticos, y consigue los mejores resultados funcionales con mínima morbilidad. Y especifican que a partir de 80 gramos de tamaño prostático solamente se debería realizar o cirugía abierta o enucleación con láser de holmium, no siendo recomendables otros láseres de fotovaporización como el verde.
¿Qué requisitos debe reunir el paciente para poder beneficiarse de este láser?
Ninguno, la enucleación con láser de holmium es muy versátil y se pueden operar todos los tamaños prostáticos, nosotros hemos realizado intervenciones de 40 a 300 gramos. Incluso si hay piedras vesicales se pueden romper con este láser, los otros láseres no rompen piedras. Así que tenemos una herramienta estupenda, lo que hace falta son cirujanos expertos.
El problema que presenta esta técnica es la dificultad de aprendizaje. ¿Los urólogos están formados para utilizarlo?
Es cierto que el problema de esta técnica es la curva de aprendizaje, se requiere mucha más experiencia que con otros láseres. Nosotros empezamos hace más de 10 años y como le digo llevamos más de un millar de pacientes operados.
De cara al paciente, ¿cuáles son los beneficios?
Son evidentes, obtenemos los mejores resultados funcionales posibles, que además perduran en el tiempo, la recidiva es excepcional pues extirpamos todo el tejido y además sin herida quirúrgica, sangrado mínimo, sonda vesical e ingreso de 36 horas. Esta técnica es ideal para cualquier paciente, pero aún destacan más sus ventajas en pacientes con próstatas de gran tamaño y en pacientes con mucha patología concomitante (anticoagulados, cardiópatas, enfermedad vascular) pues la recuperación es mucho más rápida y con menos riesgo. Es muy interesante también para pacientes que requieren una pronta recuperación para poder reincorporarse a su vida laboral.
¿Esta técnica puede solucionar otras patologías secundarias o asociadas a la hiperplasia benigna de próstata?
En efecto, es el láser de elección para romper piedras de la vía urinaria, podemos tratar tumores de vejiga, es ideal para abrir o tratar estenosis o estrecheces uretrales. De modo que cuando nos encontramos con estas patologías asociadas es una herramienta muy útil.
¿Y en cuanto a otras patologías relacionadas con el tracto urinario también es efectivo?
En efecto, como comento, es útil para tratar piedras o litiasis urinarias, estrecheces de uretra, tumores vesicales…
Frente a otros láseres, ¿la intervención con el láser de holmium es para toda la vida o puede haber recidivas?
Uno de los grandes problemas de vaporizar tejido como hacen otros láseres: verde, diodo… es que dejan siempre tejido prostático adenomatoso que con el devenir de los años puede volver a crecer y encontrarnos en la situación previa. Este es el motivo por el cual las Guías de La Asociación Europea de Urología no recomiendan estos láseres para tamaño o volumen prostático superior a 80 gramos.